¿La suerte favorece sólo a las mentes preparadas?
Cuando valoramos nuestra buena suerte, normalmente creemos que somos los responsables, pero curiosamente jamás pensamos que somos los culpables de nuestra mala suerte.
También creemos que la suerte favorece a quien está en el lugar y momentos adecuados, pero la realidad es que todo dependerá de nuestra mentalidad, el enfoque, la atención, la actitud y las acciones que tomemos cuando las oportunidades se presentan.
Muchas veces he escuchado decir; ¡que buena suerte tiene esta persona, siempre le ocurren buenas cosas!, pero la realidad es que las personas con buena suerte acostumbran hacerle caso a sus corazonadas.
También, los individuos con buena suerte cuando fracasan, analizan, sacan lecciones, se levantan y lo intentan de nuevo, siempre con optimismo.
Y cuando hay que cambiar o romper paradigmas las personas con suerte enfrentan los cambios como algo buscado o positivo.
¿Podemos entonces definir que la buena suerte no es casual, sino que es producto de nuestra actitud y del trabajo constante?, ¿De ser así la sonrisa de la Diosa fortuna tenemos que ganarla a pulso?