El Maestro entró a las siete de la mañana con una gran sonrisa al salón para la primera clase del día, se le veía feliz, pleno y muy tranquilo.
Uno de los alumnos le preguntó porque se le veía tan feliz y radiante.
El Maestro les dijo, tengo que sentirme feliz, les voy a enumerar las razones:
Hoy me levanté con gratitud por estar aquí un día más disfrutando del regalo de la vida.
Estoy rodeado de amor y apoyo de las personas que me importan.
Soy valiente y enfrento mis miedos
Siento que mi energía se renueva cada mañana y me lleno de vitalidad y entusiasmo por el día que tengo por delante.
Estoy en paz conmigo mismo y con el mundo que me rodea.
Respiro tranquilamente y me llena de serenidad.
Cultivó la aceptación ante cualquier situación que se presente hoy.
Reconozco mi valía y mi confianza crece
Hoy libero cargas del pasado, así como miedos y ansiedades del futuro, vivo en el presente.
Hoy elijo pensamientos que me llenen de alegría y paz.
Soy capaz de enfrentar cualquier desafío que se presente en mi camino
Cada paso que doy me acerca más a alcanzar mis metas y sueños.
Soy digno de amor, éxito y felicidad en todas las áreas de mi vida.
Hoy elijo disfrutar de cada momento del día.
Además, hoy es un día lleno de oportunidades y tengo todo lo necesario para hacer de hoy un gran día.
¿A poco no será hoy un gran día?