Le comparto esta antigua historia Cherokee que habla de nuestras dualidades…
Un joven Cherokee corre hacia su abuelo a contarle que acaban de cometer una injusticia con él y está lleno de ira, enfado, quiere vengarse. El viejo guerrero, sentado a la orilla de un arroyo le dice, déjame contarte una historia.
Yo también a veces, he sentido un gran odio por los que han tomado tanto sin ninguna preocupación por lo que hacen, pero el odio te desgasta y no le hace daño a tu enemigo. Es como que tú tomes el veneno deseando que tu enemigo muera, he luchado contra estos sentimientos muchas veces, es como si tuviera dos lobos dentro de mí.
Dentro de cada uno de nosotros está ocurriendo una pelea, una pelea terrible entre estos dos lobos, la misma pelea está ocurriendo dentro de ti también, uno es negro y el otro blanco.
El lobo negro está lleno de rabia y lucha contra todos incesantemente, representa: la ira, la envidia, la tristeza, la avaricia, la arrogancia, la autocompasión, la culpa, el resentimiento, la mentira, el falso orgullo y el ego.
El lobo blanco vive en armonía con todo lo que le rodea y no se ofende cuando no hubo intención en una ofensa, representa la alegria, la paz, el amor, la esperanza, la serenidad, la humildad, la bondad, la empatía, la generosidad, la verdad, la compasión y la fe.
No es fácil vivir con estos dos lobos dentro de uno, pues los dos tratan de dominar mi espíritu, tras meditarlo un minuto, el muchacho mira intensamente a los ojos de su abuelo y le pregunta, ¿cuál lobo ganará?
El viejo Cherokee, sonríe y responde, ¡aquel al que alimentes!