“Vivir es ser útil a los demás”. Séneca
Concentrar nuestros esfuerzos únicamente en nosotros mismos, sin importarnos nada más es una de las expresiones más deplorables del egocentrismo, imponiendo nuestros intereses efímeros estamos dejando a quienes nos siguen un planeta destrozado y moribundo.
Creo, que revisando el significado de algunas palabras muy conocidas, podremos encontrar el tan ansiado hilo de Ariadna para poder guiarnos y salir del laberinto en el que estamos perdidos.
Amor: “Dar a otros esas cosas que te gustaría te dieran si estuvieras en la situación de ellos y hacerlo aún si ellos no pueden devolvértelo, es respeto y misericordia por todos los otros”
Altruismo: “Preocupación desinteresada por el bien ajeno, predisposición y proactividad para actuar teniendo en cuenta los intereses de otras personas y sin segundas intenciones”
Altruidad: “compromiso deliberado de actuar por la libertad de los otros” Amor Altruista: “Placer desinteresado producido por el bienestar de otro” Benevolencia: “Querer el bien del otro”
Bondad: “Inclinación a hacer el bien”
Compasión: “Sentir aprecio por los demás deseando liberarlos de su sufrimiento”
Empatía: “Sentir lo que otros están experimentando y resonar con ellos”
Escuchar: “Prestar nuestros oídos, nuestro corazón y sin emitir juicios crear un espacio comprensivo y amoroso para que el otro hable y libere su corazón”
Ética: “No concierne únicamente a lo que es bueno hacer, también a lo que es bueno ser”
Fraternidad: “Sentimiento de pertenecer a la familia humana”
Gentileza: “Forma de dulce deferencia que se manifiesta en nuestra manera de comportarnos con los demás”
Iluminación: “Adquisición de entendimiento”
Lucidez: “Saber diferenciar entre placer y felicidad”
Regocijo: “Sentir de corazón y en el corazón una sincera alegría por los logros, cualidades y felicidad del otro”
Sabiduría: “Facultad de actuar en mi vida con sensatez, prudencia y acierto, así como lograr dominar el ego”
Serenidad: “Estado que llena de dicha el espíritu y lo vacía de rencores”
Solícito: “preocuparse de forma duradera y vigilante por el destino de otro
Mario Montalvo Ortega