Sabiduría del Carnicero

En nuestra sociedad, para poder competir “exitosamente”, nos enseñan a tratar de “ser” por cualquier medio, nos presionan y fuerzan para crearnos una “personalidad”, en esa búsqueda nos perdemos y terminamos creando una apariencia artificial, que se hizo de manera rápida y forzada, terminamos perdiéndonos nosotros mismos, este antiguo relato Chino puede darnos un poco de luz.

El rey caminando por el mercado se encontró una carnicería, donde todo estaba muy bien ordenado, los cortes de carne estaban hechos con gran perfección, el monarca admirado exclamó: ¡Esta carne, está tan bien cortada que me parece bella, carnicero eres un artista!

El rey le preguntó, ¿cómo logras cortar tan hermosas porciones? El carnicero, quien era un anciano le respondió: Majestad, un carnicero malo afila su cuchillo diariamente, uno común, lo hace una vez por semana, un buen carnicero lo afila cada seis meses, un gran carnicero lo afila cada dos años. Mire mi cuchillo: sólo lo afilé el primer día y en toda mi vida nunca más volví a afilarlo. No se ha gastado porque no ejerzo con él presión sobre la carne: lo deposito suavemente sobre ella y dejo que su filo vaya encontrando los vacíos que hay en la materia, entonces la carne se separa sin ser cortada.

La sabiduría del carnicero se resume en dos palabras: “No forzar”

Si nos liberamos de los detalles inútiles que nos invaden, si borráramos la personalidad exterior impuesta por un sistema social y económico, tal vez encontraríamos nuestra naturaleza original. Seríamos como un pozo que se le limpia y destapa, para que empiece a brotar agua cristalina.

 “Quédate quieto como una montaña y fluye como un río” Lao Tsé.

Artículos relacionados

Resiliencia (III)

“El hombre juicioso solo piensa en sus males cuando ello conduce a algo práctico; todos los demás momentos los dedica a otras cosas”. Bertrand Russell Desde finales del 2019, el mundo entero entró en una crisis de salud nunca vista y derivó en que la enfermedad nos llenó de miedo, corrijo, de pánico y terminó […]

Resiliencia (VII)

Filosofía estoica y resiliencia Jules Evans en su libro Filosofía para la vida, se pregunta, cómo pudo el esclavo Epicteto con una vida tan frágil, entre tantas incertidumbres, opresión y sin capacidad para controlar su destino mantener la fortaleza y la calma. Epicteto distinguía lo que en su vida podía controlar y lo que no. […]

1 comentario

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *