“Yo solo conozco un mal, la ignorancia y un bien, el conocimiento”. Sócrates
David Servan es médico psiquiatra doctorado en ciencias neurocognitivas y uno de los más relevantes investigadores de la neurobiología de las emociones.
Uno de los mejores libros que he leído para mantenerme sano, no solo emocional sino también físicamente.
David es un genio capaz de explicarnos con su lenguaje accesible, cómo funcionan nuestros dos cerebros; el emocional (inconsciente, preocupado principalmente por sobrevivir y ante todo conectado al cuerpo) y el cognitivo (consciente, racional y volcado al mundo exterior), y lo difícil que es su matrimonio, de que nuestra vida psíquica es el resultado de la interacción y simbiosis de estos dos cerebros.
¿Cómo lograr vivir la coherencia cardiaca?, la respuesta está en el capítulo 4, aprender a respirar con el corazón, que es una práctica maravillosa para controlar el estrés que según las estadísticas médicas mundiales, es el causante de más del 50% de las enfermedades que requieren atención médica.
Aprende a lograr la autocuración de los grandes o pequeños dolores mediante movimientos oculares (EMDR)
Entender como la energía de la luz regula nuestro reloj biológico y un simple cambio de despertador puede mejorar nuestra salud en todos los términos.
Refrenda la importancia de alimentar nuestro cerebro con aceites y la revolución del omega 3.
El amor como necesidad biológica, la supervivencia de hombres mayores después de la muerte de su esposa, es menor que la de quienes viven en pareja, y las persona que manifiestan amor a su esposa tienen menos enfermedades cardiovasculares.
No hay un capítulo desperdiciado, pero el de la comunicación emocional que inicia con:
“Quienes tienen dominio sobre la palabra adecuada, no ofenden a nadie y no obstante dicen la verdad. Sus palabras son claras pero nunca violentas. Nunca se dejan humillar y nunca humillan a nadie”. Es pura sabiduría aplicable para todas mis relaciones.
En el capítulo 13 aprenderás a escuchar el corazón.
Y en cuanto a nuestra relación con los demás “Si yo no me ocupo de mi mismo ¿Quién lo hará?, y si no me ocupa más que de mi mismo, entonces, ¿Qué soy?, y si no me ocupo ahora, ¿entonces cuándo? Hillel, tratado de los padres.
Es de los libros imperdibles.
Mario Montalvo Ortega