Qué tanto el suponer que nuestros pensamientos, palabras y actos están impulsados por el egoísmo influyó en nuestra psicología de occidente.
Alfred Tennyson “somos garras y colmillos rojos de sangre”.
Steven Pinker profesor de Harvard, en su último libro demuestra que la violencia en todas sus formas, no ha disminuido en el curso de la historia de la humanidad.
Tal vez para muestra unos botones:
Stephen Forbes en una entrevista con la cadena Fox, respondió en referencia al deshielo de los polos, el aumento del nivel de los océanos y el calentamiento global:
“modificar nuestro comportamiento porque algo acontecerá dentro de muchos años, es, diría yo profundamente extraño y tonto”, tal vez lo extraño y tonto es su declaración.
Otro multimillonario, uno de los mayores comerciante de carne en los Estados Unidos dijo: “lo que cuenta es que vendamos nuestra carne con la mayor utilidad. Lo que ocurra dentro de cincuenta años ya no será nuestro asunto”.
Más de 400 grandes científicos y organismos ambientalistas entre ellos los alemanes de BUND, nos dicen respecto a la red 5G,
“la aplicación de la 5G es un crimen, es un experimento con la humanidad y el medio ambiente por los efectos de la radiación”, pero a las grandes empresas de comunicación no les importa, tendrán mayores ganancias.
¿No es asunto nuestro el futuro de nuestra familia, de nuestros hijos y nietos y del resto de nuestros semejantes?
¿Que está en el corazón de los grandes problemas que hoy enfrentamos, de nuestra actitud de todo para mi, la enorme diferencia entre los más ricos y los más pobres, el aumento sin freno de la desnutrición y del número de pobres, la absoluta indiferencia con el sufrimiento de millones de seres humanos y el salvaje deterioro de la naturaleza?
¿Podremos despertar y salir a tiempo de este brutal egoísmo y narcisismo?
La ciudad de Creta vivía sometida a entregar, cada año como tributo siete jóvenes y siete doncellas para que sean devoradas por el Minotauro. Cuando llega Teseo para matar al monstruo y así librar a la ciudad de su terrible obligación, Ariadna hija de Minos queda prendada del héroe y para ayudarlo en su arriesgada misión le entrega una espada y un hilo, este, era para que una vez cumplida su misión pudiera salir del laberinto donde vivía el minotauro. El hilo de Ariadna sirvió de guía para encontrar el camino.
Vivimos en un mundo de dudas, preocupaciones, conflictos, intereses, cambios, amenazas muchas de ellas extremadamente delicadas, me atrevo a pensar que estamos en nuestra última oportunidad de salvarnos.
Urgentemente requerimos el hilo de Adriana, que pueda permitirnos salir de este complejo y mortal laberinto en el que estamos perdidos.
Mario Montalvo Ortega