¿Estas afirmaciones las hemos convertido en axiomas fundamentales que rigen nuestra vida?
Si es así, ¿qué ha pasado con nuestra idea del mundo, en que momento la hemos pervertido y el utilitarismo y la rentabilidad económica sentaron sus reales y la están vaciado?
¿Cómo hemos llegado a la mercantilización de la enseñanza, de los centros de investigación, a la Universidad empresa, a los estudiantes clientes?
Opino que no debemos de aceptarlo como cierto, que debiéramos rebelarnos, que nuestra vida no debe de ser así, considero que este sistema neoliberal nos lo quiere grabar a fuego en la mente y en la conciencia, pero no debemos permitir la mercantilización de nuestra vida y cultura.
¿Hemos llegado a un punto donde nuestra sociedad sólo considera útil lo que genera beneficios económicos?, esto ¿ha impuesto una lógica mercantilista al: teatro, música, literatura, pintura, a todo el arte en general?
¿Llegamos al extremo que consideramos inútiles a: antropólogos, arqueólogos, sociólogos, filósofos, poetas y muchos más?, ¿se puede aumentar la lista de actividades que deberíamos proscribir porque no “producen beneficios”?, ¿Es por ello que cualquier recorte en las universidades, instituciones o gobierno empieza por lo “inútil”?
¿Si seguimos educando así a nuestros hijos, contaminando todos los ámbitos de nuestra vida por la idea del lucro. Si no educamos a nuestras nuevas generaciones en el amor por el bien común, por la generosidad desinteresada, por lo gratuito , por la cultura, dejaremos de ser seres humanos y nos convertiremos en productos?
¿El conocimiento no se compra se conquista y esta es una de las más bellas manifestaciones de la vida y de la dignidad humana?
Y, ¿que valor le damos a este poema de nuestro paisano Jaime Sabines?
La luna se puede comer a cucharadas
La luna se puede comer a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
Y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía.
Un pedazo de luna en el bolsillo
es mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
para ser rico sin que lo sepa nadie
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de Luna en los ojos de los
ancianos
ayudan a bien morir
Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas
Y me olvidaba del muy mexicano refrán “con dinero baila el perro y sin dinero bailas como un perro”.
Mario Montalvo Ortega