¿Has escuchado hablar del Chi kung o Qi gong?
Les comparto una práctica que cura muchas dolencias y también funciona como preventiva, pero me anticipo a decirte del problema que tienen estos ejercicios, y es que como son muy sencillos, poca gente lo hace, acostumbrados a pensar que las enfermedades se tratan con mucho dinero.
Se llama respiración abdominal.
Nos ponemos de pie erguidos y relajados, sintiéndonos alegres. Tal como está en la imagen. Apoyamos la palma de cualquiera de las manos sobre el abdomen, unos cinco centímetros por debajo del ombligo, y la otra palma encima. Presionamos el abdomen con ambas palmas y expiramos por la boca, lenta y suavemente. Al mismo tiempo, pensamos que van saliendo todas las cosas negativas, no deseadas, incluida la enfermedad. Hacemos una breve pausa; a continuación, aflojamos la presión sobre el abdomen y dejamos que suba. Al mismo tiempo, inspiramos lenta y suavemente por la nariz, pensando que entra en nosotros la buena energía cósmica, que llena de vitalidad cada una de nuestras células. Hacemos una breve pausa. Todo el proceso (expiración, pausa, inspiración, pausa) constituye una respiración o una unidad de respiración. Al principio, conviene practicar diez respiraciones; después, poco a poco vamos incrementando la cantidad hasta llegar a unas treinta y seis al cabo de un mes. A continuación, seguimos realizando treinta y seis respiraciones por cada sesión. Practicamos una vez por la mañana y otra por la tarde o por la noche.
A partir de los tres meses, verás resultados sorprendentes. Es una técnica milenaria, pero escondida y poco practicada.
Hazlo, no te vas a arrepentir. Comienza hoy. Lo debes hacer inspirando agradecimiento y expirando cualquier carga negativa.