El vampiro (1)
“Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como
amos”. Confucio
Afirman y con razón los expertos en psicología y salud que el celular está alterando nuestro
ritmo circadiano, destruyendo nuestra creatividad, memoria, capacidad de concentración
así como habilidades para tomar decisiones y resolver problemas.
¿Alguna vez has pensado que el celular lejos de ser un amigo, es un vampiro que nos está
literalmente succionando la vida?
¿Que es un ladrón que nos controla por completo y nos está robando a la familia y a los
amigos?
Piensa, estás leyendo, conversando, trabajando en algo o viendo una película…emite un
sonido y nos controla, si somos sinceros hoy nos domina completamente.
Me creo su amo pero me he convertido en su esclavo.
Hoy he decidido volverlo una útil herramienta haciendo lo siguiente:
Al estar con personas importantes para mi las respetaré, pondré el teléfono en silencio y jamás
lo pondré a la vista, no hay nada más molesto y de más mala educación que alguien usando el
teléfono durante una conversación
¡Nadie que esté conmigo tendrá que competir por mi atención con mi teléfono!
He desactivado todas las notificaciones y las aplicaciones que no utilizo.
Revisaré mis llamadas o mensajes cuando yo decida hacerlo y no cuando el celular me lo
ordene
Durante mi trabajo no usaré el teléfono, ¿quien me dijo que debo trabajar con el celular al lado
de mi?, es un hecho que las constantes interrupciones dañan mi concentración y arruinan mi
productividad, ya que al no estar concentrado, hasta las tareas fáciles duran demasiado
tiempo.
Saldré a pasear sin mi celular, la humanidad sobrevivió y evolucionó sin él.
Jamás dormiré acompañado de mi teléfono, mi habitación es para tener un sueño reparador y
cargar energía no para que me la roben.
Nos tomamos muy en serio el alcohol, el tabaco, la ludopatía y las drogas, pero la adicción al
celular no, ¿será porque todos somos adictos?
Y si sientes que no puedes despegarte de tu celular, necesitas ayuda profesional.
Las adicciones te alejan de lo más importante; tú mismo.